Martín se refriega las manos mientras habla pausado, como si ya hubiera masticado el drama que lo ha llevado a esa sala del Templo Metodista en la que "Jugadores anónimos" (JA) de las edades más diversas repiten esa letanía universal en que se ha convertido la consigna "sólo por hoy". El "sólo por hoy" es, para los adictos, la esperanza de poder pasar un día venciendo a sus demonios, sean estos las "sustancias" (cocaína, paco, heroína y demás, alcohol, cigarrillo, comida, juego) o las nuevas tentaciones, que llegan con Internet y la informática. En esa tribu caben tanto los esclavos del celular como los jugadores on line que llegan a pasar dos días seguidos con sus noches jugando en los casinos on line que pululan por la red. A esos adictos, enfatizan los expertos en el tema, hay que tenerlos en cuenta: la sociedad todavía no ve en sus excesos frente a la PC una patología, sino una "tendencia" que puede conducir al suicidio. Y los especialistas todavía no parecen haber encontrado todavía las herramientas para abordar las ciberpatologías.

"Los profesionales todavía no tenemos las suficientes herramientas para abordar estas patologías que han llegado de la mano de las nuevas tecnologías", afirma el psiquiatra Ramiro Hernández, experto en adicciones y director de la fundación "Volver".

El 20 % de los pacientes que llegan a Volver para recuperarse son jugadores compulsivos. Y hay transformaciones de los últimos años: lo que era una patología propia de adultos y de varones ahora se ha extendido a las mujeres y a los adolescentes. El incremento de la ludopatía en adolescentes va de la mano con la expansión de las nuevas tecnologías de la información y de Internet, dice Hernández. "Internet renueva las adicciones; sumado a que es una actividad que genera tolerancia social", expresa. Acerca ejemplos que ratifican lo que acaba de afirmar: la camiseta de Cristiano Ronaldo, el ídolo de Real Madrid, exhibe el logo de BWIN, la empresa más grande en el mundo en apuestas on line. Entre los juegos en línea que generan adicción, Hernández se detiene en el "Strip Poker", un juego en el que una striper se va desnudando en la medida en que el jugador va ganando puntos; y en el "Pálpito", en el que el individuo ve los resultados en vivo. "Mirá la adrenalina que significa ver la pantalla, y saber si estás ganando o perdiendo", ejemplifica.

Esclavos

Apartándose de la ciberpatología, Hernández dice que en Tucumán la tentación está al alcance de la mano, de noche y de día. "Cuando llegan las 4 de la mañana y cierran los boliches, los jóvenes se van a las maquinitas, para las que no corre la ley de las 4AM. O es uno de los lugares elegidos por miles de adolescentes para hacer la yuta del colegio", remarca.

Por eso, insiste en que la Caja Popular de Ahorros, que administra el juego en la provincia, debería impulsar un "Programa de Juego Responsable", que incluya, entre otros puntos, lo que se conoce como "autoexclusión", y que implica la inclusión de un individuo, por voluntad propia, en el listado de las personas que no pueden ingresar a las casas de juegos.

Tocar fondo

Martín cuenta que llegó a una de las tres sedes tucumanas de JA una vez que tocó fondo, como les pasa a todos los ludópatas que sienten que o cambian o mueren. Tocar fondo, para este treintañero y profesional universitario que pasó tanto por el paño del casino como por las apuestas on line, se traduce en haber perdido propiedades, casa, auto....Y la contención de una familia que se había cansado de falsas promesas de cambio. "Lo que me llevaba a jugar sin pausa era mi ansiedad", destaca Martín, que opina que todas las adicciones tienen como denominador común la falta de autoestima.

En esa noche de miércoles, en el templo Metodista de la calle Piedras, se suma a la charla Tony, el coordinador del grupo. El hombre, que lleva 20 años de abstinencia de juego, remarca la importancia de las reuniones del grupo porque, dice, "te ayudan a no olvidar que sos un jugador". "Cada JA nuevo que llega al grupo me recuerda lo que tuve", apunta Tony, que hace 20 años llegó a ese espacio acompañado por su esposa.

¿Qué encuentra el adicto en la ficha de casino, en las maquinitas, en las largas horas frente a la PC jugando póker on line? "Es la necesidad de obtener las cosas por la vía fácil, la falta de madurez; tenemos sueños desmedidos, y pensamos que con una gran apuesta vamos a conseguir la felicidad", añade el coordinador de JA.

Se le pide un perfil del asistente a los grupos de JA. Apunta Tony: "llega gente de todas las edades; ha bajado la edad (la edad de iniciación, que era de 20 años, ahora es de 15); y a la mujer le da más vergüenza seguir en el grupo. Las que quedan, es porque realmente han entendido que el juego las ha destruido".